miércoles, 21 de marzo de 2012

Conceptos Generales. Controlar los impulsos

Si juega al póquer por cualquier período de tiempo tendrá que acostumbrarse a la idea de que le hagan algunos bad beats y pasar por la mala suerte a lo largo del juego. La suerte en el póquer significa que de vez en cuando alguien va a sacarlo del bote a largo plazo, incluso va a conseguir una carta milagrosa en el river, y lo derrotará sin más. Cómo se tome usted estos golpes determinará qué oportunidades tiene de conseguir ser un buen jugador de póquer. Si puede descartar las veces que pierda y seguir tan normal, o incluso reírse de ello y seguir adelante, lo habrá hecho bien. La realidad es que muchos jugadores, en algún punto, decidirán jugar de modo irracional y violento (lo que en inglés se conoce como Tilt), después de tener un bad beat o un largo período de mala suerte cuando parece que todo va contra ellos. Cuando hablamos de Tilt nos referimos a una forma de jugar imprudente y en la que se pierde toda la disciplina, sin prestar atención a las probabilidades que tenga e incluso el sentido común. Un jugador que haga tilt subirá mucho de repente, jugará cartas que debería haber tirado sin mirar (muck) y, a menudo, se vengará de un jugador que anteriormente le ha hecho un bad beat. Los jugadores que decidan jugar de esta forma están normalmente en un callejón sin salida para perder las fichas y los efectos de un enfoque tan arrogante tienen un efecto devastador en su saldo. Por muy duro que pueda ser negar los efectos de un mal bad beat o muchas derrotas seguidas en el river, eso es lo que tendrá que hacer. Hay muchas formas de tomarse el tilt y recuerde que a largo plazo le quitará muchos dolores de cabeza. Uno de los primeros indicios del tilt es empezar a jugar manos que normalmente no tocaría. No lo haga. Resístase a la tentación de tirar más dinero aún después de lo que ya ha perdido. Ha visto a sus oponentes tener suerte, así que imagínese que si hace algo estúpido, puede que tenga suerte también. No obstante, haciendo tilt las posibilidades serán que no tenga suerte y que pierda aún más. Si puede sentir cómo le sube la temperatura y cómo el enfado saca lo mejor de usted, lo mejor que puede hacer es levantarse e irse. Bien dése un paseo por unas cuantas manos o sálgase de la mano. Eso conlleva mucha disciplina pero es lo mejor que puede hacer. Una vez que se haya calmado, podrá reconocer que tan escandalosa mala suerte es sólo parte del juego y darse cuenta de que si sigue jugando bien al póquer saldrá ganando a largo plazo. También debería mirar atrás y ver si había algo que podría haber hecho diferente para evitar lo que le pasó. No sea nunca tan orgulloso para no admitir el hecho de que algunos aspectos de su propio juego no contribuyeron a las pérdidas que ha sufrido, sin importar la mala suerte. Si los hubo, podrá intentar solventarlos la próxima vez que se encuentre en una situación similar y si no los hubo, debería desear estar de suerte esa noche y que se le recompensara al final del juego. No obstante, habrá muchas veces en que la mala suerte lo golpee incluso cuando juegue perfectamente. No deje que le afecte al juego. Es una gran tragedia así que muchos jugadores nuevos y sin experiencia verán el trabajo duro de muchas sesiones de póquer, a menudo de semanas y meses, recompensado por un lamentable período de tilt. A diferencia de muchos aspectos del póquer, el tilt es algo que sólo USTED podrá controlar. Contener las emociones, mantener la disciplina y no dejar que la mala suerte del póquer le afecte a largo plazo es un recurso muy valioso para todos los jugadores que quieran seguir ganando.

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